La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación acaba de publicar en estos días un libro titulado “Sistemas Alimentarios de los Pueblos Indígenas” (Indigenous People's Food Systems), donde se expresa los tesoros alimenticios nutritivos y saludables con que cuentan los aborígenes, y que sociedades más prósperas sólo pueden envidiar.
Este libro muestra el valor del conocimiento en las comunidades indígenas en diversos ecosistemas, y la riqueza de sus recursos alimentarios. A medida que las sociedades, las presiones económicas y la globalización avanzan, los hábitos alimenticios se van modificando, por lo que este tipo de alimentos que ingieren los indígenas desde tiempos remotos han ido desapareciendo rápidamente junto con las dietas que en su día mantenían estas tribus sanas y esbeltas.
Naturaleza de experiencia:
Los investigadores del libro descubrieron que, en la comunidad Karen de Sanephong, cerca de la frontera birmana con Tailandia, 661 habitantes todavía pueden elegir entre 387 especies alimentarías, entre las que se incluyen la calabaza blanca y la oreja de árbol, también denominada hongo de madera. Otro de los alimentos son la rana toro pintada o el puercoespín de cola de pincel (Atherurus africanus)
La naturaleza le ha brindado a los Karen unas 208 especies de hortalizas y 62 tipos de fruta, pero incluso en zonas áridas y propensas a la sequía como la habitada por las tribus masai de Kenia, están documentadas 35 especies diferentes de hierbas, hortalizas de hoja y frutos silvestres. También en el helado norte de Canadá, los inuit (esquimales) de la Bahía de Baffin cuentan con 79 alimentos silvestres diferentes, incluyendo carne de caribú y foca anillada.
De los 12 grupos indígenas estudiados en el libro, el porcentaje de energía alimentaría adulta procedente de alimentos tradicionales oscila entre el 93 por ciento de los awajún de Perú, entre los cuales la obesidad es prácticamente inexistente, y el 27 por ciento de los 500 habitantes de Mand, que actualmente debido a variaciones en su dieta han desmejorado su salud.
En occidente:
El libro también se muestra que las dietas en los países occidentales son mucho más limitadas ya que sólo depende de cuatro cultivos comerciales que son el maíz, trigo, arroz y soja, estos productos generalmente son consumidos como alimentos procesados.
Apuntes:
- Este libro fue publicado en conjunto por la FAO y el Centro para la Nutrición y el Medio Ambiente de los Pueblos Indígenas (CINE, en inglés) de la Universidad McGill (Canadá).
- Según cálculos de la FAO unas tres cuartas partes de la diversidad genética existente en los cultivos agrícolas se han perdido en el último siglo. Los alimentos tradicionales no sólo saben bien en general, sino que a menudo contienen elevados porcentajes de micro nutrientes.
- Se señala que para pasar de los recursos alimentarios tradicionales a alimentos comerciales viene generalmente acompañado de un aumento de desórdenes alimentarios como la obesidad, la diabetes y hipertensión arterial.
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