Carpe Diem como filosofía de vida

El Club de los poetas Muertos. La perdurable bellaza del alma, esa a la que grandes poetas refieren, esa cualidad que muchos poseen y que por razones absurdas no la emergen, pues este Film muestra esa prolijidad, trasmitiendo en sus escenas todo el dinamismo a la que nos conduce los anhelos de ser o hacer sin restricción lo que nos interesa o atrae en nuestras vidas.

Los hechos se centran en una escuela cerrada de Londres “Welton“, al que ingresa como profesor nuevo John Keating, un ex-alumno de promociones anteriores y que en su época data como rebelde e integrante de la Sociedad de los Poetas Muertos.Así mismo es el inicio de una nueva temporada en la Escuela, donde en particular los alumnos de un salón de clase se convierten en los protagonistas a lo largo de la obra. John Keating, tratará en lo posible de sacarlos de los parámetros tradicionales en los que los alumnos se encuentran sometidos por una metodología de enseñanza drástica, rígida, ortodoxa y nada dinámica, secundado por un sin fin de cursos teóricos y pesadas formulas matemáticas.

Él logra despertar las aspiraciones y sueños ocultos un grupo de alumnos que captan la esencia de cada sesión poniéndola en práctica y empezando a descubrir nuevas cosas y extendiendo sus formas de ver la vida, las bondades de esta y su eternidad.Logrando que cada uno de ellos se desenvuelva sin problemas al momento de expresar sus sentimientos, ideando y plasmando escritos que en varios momentos comparten a viva voz. Como desprendiendo de sus entrañas gritos de esperanzas.

Entre ellos destaca Neil Parry, por su arriesgada entrega al arte escénico desobedeciendo las ordenas de su padre un tipo riguroso y autoritario en sus decisiones con respecto al futuro de Neil. Pero esto no sería un obstáculo para truncar sus ilusiones, ya que Neil logra obtener un papel protagónico como en una llegando a concretar a escondidas su participación.

Los compañeros Todd Anderson algo reservado y Chralie algo desenfadado, destacan también por sus deliberadas ocurrencias al tratar de poner en práctica la frase que Keating les enseño: “Carpe Diem”. Algo así como aprovecha cada instante de tu vida.
John les regala frases profundas escritas por variados autores universales, pensamientos ricos en materia de perfección muy destacados, a los que remarca como forjados en cada acto que realizan en sus vidas y que por muy pequeños que fueran encierran ellas un gran significado.

(...) ”No leemos y escribimos poesía porque es eterna, leemos y escribimos poesía, porqué pertenecemos a la raza humana; y la raza humana está llena de pasión...la medicina, la abogacía los negocios y la ingieneria son carreras nobles y necesarias para la vida. Pero la poseía, la belleza, el romance, el amor son cosas por las cuales vivimos.

Concretada la participación de Neil en la obra, empezará su calvario y sufrimiento, su padre al enterarse lo someterá a duras pruebas pretendiendo desterrar en él, su pasión por el arte. Luego de una serie de tormentos por la que se vio envuelto, Neil toma una amarga decisión en su vida, busca el arma de su padre y acaba con su tormento.

La noticia se expande por toda la escuela causando el asombro y desconsuelo de sus amigos que no terminan por aceptar tal acontecimiento y responsabilizando por los hechos suscitados a su padre. Pero esta verdad no se da en las autoridades de la escuela, quienes responsabilizan la muerte de Neil a Keating por ser el principal ideólogo y expositor de singulares pensamientos. Logrando al final de un intenso interrogatorio a sus alumnos y forzándolos sin remedio a acusarlo la separación definitiva de John Keating.

Una tierna obra cinematográfica que nos regala los recónditos parajes de la vida sus secretos, su rudeza y hasta a veces injusta realidad con la que nos toca vivir, destacando las virtudes con las que nace cada hombre, revelando que solo el hombre es arquitecto y hacedor de su camino y que hay que vivir intensamente cada instante.