Esta noche ha caído pasada, bajo nuestros actos y pesares, ha faltado el valor de la inocencia del amor, ha faltado la esencia de entregarlo todo por sentir más que un apretón o un simple abrazo, ha faltado una mirada que encierre todo eso que se siente cuando la pasión arde. Hoy las palabras no bastaron, como no basta el vuelo de un ave herida, como no basta la fuerza de una hormiguita para levantar los pasos que dejamos perdidos.
La magia y la pasión se van obnubilando con el correr del tiempo, la rutina se va adueñando del sillón, los días pecan de angustia y ansiedad. No hemos aprendido el significado de compartir. No estamos escribiendo una historia con la pasión debida, de esas cuando uno las descubre y se desliza suave con su relato preciso, de detalles inimaginables, de batallas ganadas, de caídas superadas, de entregas sin cobros, sin deudas pagadas. No acabamos de entender como se vive, sin sólo existir.
Un pedido de palabras les ruego, puedan lanzarme los que me escuchan, que hoy me hacen falta para cristalizar mi alma. Favor les pido, no malinterpretar mi cantar, que esta vieja noche, ha descendido sobre mí pensar y me ha cubierto con su sabana de oscuridad.
Aún no ha bajado el telón de esta escena, aún quedan escenas que tenemos que pasar, ruego entonces no pasar por pasar. Y si alguien me llama necio por oficio y terco por vocación, ruego no alejarse y prestar atención. Que este iluso aun cree que aprendemos de cada detalle que mostramos.
No hay que morir por morir, se muere mil veces, día por día, cuando el tiempo pasa por pasar. Unas veces se muere por decisión propia, otras por regalo de otros, y otras por falta de sonreír cada mañana. "No hay nada absoluto, todo es relativo, uno recibe tal cual da. Nada es más simple en esta ecuación".
Pero hoy nos encontramos lejanos, tal cual, como aquella vez que nos miramos por mirar. Y dijimos: ¿Quién eres tú? ¿De dónde saliste? Seguido de un: “Mucho gusto”. Aunque hoy el cumplido se ausenta por enfado. Ya no es lo mismo, ya no son las palabras suficientes para calmar la tormenta. Para acallar al rencor que fluye por dolor.
Pido perdón por mi gritar, pero no me queda más, soy tan mortal como un ciervo que recorre los campos, entre el filo de la vida y el sucumbir por el cansancio. Que puedo decir, soy todo ello que conocéis, todo lo que poseo es esto, lo que fui es todo lo que soy. Y en versos tomados de Facundo: “No soy de aquí, ni soy de allá, no tengo edad, ni porvenir y ser feliz es mi color e identidad”.
Yo amo esos mundos no habitados, donde poder vivir, camino al lado del camino, porque por ahí hay espacio para descansar. No tengo mucho que ofrecer. Pero vengo armado de versos que ofrecer. Y mis palabras son todo lo que puedo brindar, pues son los cantares que emite mi espíritu. No hay más que sólo este poeta tratando de amar.
La magia y la pasión se van obnubilando con el correr del tiempo, la rutina se va adueñando del sillón, los días pecan de angustia y ansiedad. No hemos aprendido el significado de compartir. No estamos escribiendo una historia con la pasión debida, de esas cuando uno las descubre y se desliza suave con su relato preciso, de detalles inimaginables, de batallas ganadas, de caídas superadas, de entregas sin cobros, sin deudas pagadas. No acabamos de entender como se vive, sin sólo existir.
Un pedido de palabras les ruego, puedan lanzarme los que me escuchan, que hoy me hacen falta para cristalizar mi alma. Favor les pido, no malinterpretar mi cantar, que esta vieja noche, ha descendido sobre mí pensar y me ha cubierto con su sabana de oscuridad.
Aún no ha bajado el telón de esta escena, aún quedan escenas que tenemos que pasar, ruego entonces no pasar por pasar. Y si alguien me llama necio por oficio y terco por vocación, ruego no alejarse y prestar atención. Que este iluso aun cree que aprendemos de cada detalle que mostramos.
No hay que morir por morir, se muere mil veces, día por día, cuando el tiempo pasa por pasar. Unas veces se muere por decisión propia, otras por regalo de otros, y otras por falta de sonreír cada mañana. "No hay nada absoluto, todo es relativo, uno recibe tal cual da. Nada es más simple en esta ecuación".
Pero hoy nos encontramos lejanos, tal cual, como aquella vez que nos miramos por mirar. Y dijimos: ¿Quién eres tú? ¿De dónde saliste? Seguido de un: “Mucho gusto”. Aunque hoy el cumplido se ausenta por enfado. Ya no es lo mismo, ya no son las palabras suficientes para calmar la tormenta. Para acallar al rencor que fluye por dolor.
Pido perdón por mi gritar, pero no me queda más, soy tan mortal como un ciervo que recorre los campos, entre el filo de la vida y el sucumbir por el cansancio. Que puedo decir, soy todo ello que conocéis, todo lo que poseo es esto, lo que fui es todo lo que soy. Y en versos tomados de Facundo: “No soy de aquí, ni soy de allá, no tengo edad, ni porvenir y ser feliz es mi color e identidad”.
Yo amo esos mundos no habitados, donde poder vivir, camino al lado del camino, porque por ahí hay espacio para descansar. No tengo mucho que ofrecer. Pero vengo armado de versos que ofrecer. Y mis palabras son todo lo que puedo brindar, pues son los cantares que emite mi espíritu. No hay más que sólo este poeta tratando de amar.
Del 04 de agosto a la 1:40a.m.
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