ESA CALLE, TAN NUESTRA

En esa calle,
que alumbra sus instantes
donde camina el pasado
y la cicatriz es un hueco tapizado de fervor.
Cada batalla ganada
es un estandarte que alumbra las noches.

En esa calle
a veces la ilusión asoma
temerosa siempre en fuga,
en tanto los balones de corazones
ruedan rompiendo el silencio.

A veces sus jardines brotan
regados de sonrisas,
sin hierba rodeando
que al compás de los días suelen entristecerse.

Sus paredes maltrechas y continuas
son a veces un laberinto
y otras, una hoja vieja repetidamente escritas.

Las voces suelen recorrer amargas
calladas sin mayores reproches.
Al final de una calle se repite la misma.

En esa calle, tan nuestra,
de sueños, espejos y destellos,
estamos descalzos,
incólumes al olvido.
Aún hay quienes quedamos intactos
alzando nuevos ladrillos.

de: Tierra Almohada